Nada Es Lo Mismo

Nada Es Lo Mismo

La lágrima fue dicha.

Olvidemos

el llanto

y empecemos de nuevo,

con paciencia,

observando a las cosas

hasta hallar la menuda diferencia

que las separa

de su entidad de ayer

y que define

el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído

fruto,

por el fracaso

de ese deseo hondo,

compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.

Después de haber hablado,

de haber vertido lágrimas,

silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.

Habrá palabras nuevas para la nueva historia

y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

Angel Gonzalez

Luz de la noche

LUZ DE LA NOCHE

Estoy pensando, es de noche,

en el día que hará allí

donde esta noche es de día.

En las sombrillas alegres,

abiertas todas las flores,

contra ese sol, que es la luna

tenue que me alumbra a mí.

Aunque todo está tan quieto,

tan en silencio en lo oscuro,

aquí alrededor,

veo a las gentes veloces

—prisa, trajes claros, risa—

consumiendo sin parar,

a pleno goce, esa luz

de ellos, la que va a ser mía

en cuanto alguien diga allí

«ya es de noche».

La noche donde yo estoy

ahora,

donde tú estás junto a mí

tan dormida y tan sin sol

en esa

noche y luna del dormir,

que pienso en el otro lado

de tu sueño, donde hay luz

que yo no veo.

Donde es de día y paseas

—te sonríes al dormir—

con esa sonrisa abierta,

tan alegre, tan de flores,

que la noche y yo sentimos

que no puede ser de aquí.

Pedro Salinas

Nada ha cambiado y, sin embargo todo es diferente

Nada ha cambiado y, sin embargo todo es diferente

Nada es lo mismo y sin embargo, todo es como antes

¿Dónde estás mi amor tan lejos?

¿Por qué estás tan lejos?

En le Café donde nos encontrábamos me siento en la terraza

Veo los mismos amigos la misma gente

Puedo escuchar cortésmente, le sonrío a sus caras

Pero es a ti a quien veo es a ti a quien escucho

Nada ha cambiado y, sin embargo todo es diferente

Nada es lo mismo y sin embargo, todo es como antes

¿Dónde estás mi amor tan lejos?

¿Por qué estás tan lejos?

Me detuve en la vitrina de la librería de enfrente

Luego me doy cuenta las manos vacías el rostro al viento

Y sigo viviendo entre las sombras que pasan

Y traen de vuelta los recuerdos al presente

Nada ha cambiado y, sin embargo todo es diferente

Nada es lo mismo y sin embargo, todo es como antes

¿Dónde estás mi amor tan lejos?

¿Por qué estás tan lejos?

He hecho traer unos troncos, he cambiado la cama de sitio

Y he hecho pintar las paredes todas de blanco

Sin embargo, las noches parecen muy larga, la soledad me hiela

Y la cama se ha vuelto demasiado grande

Nada ha cambiado y, sin embargo todo es diferente

Nada es lo mismo y sin embargo, todo es como antes

Georges Moustaki (traducido)

No te salves

No te salves

No te quedes inmóvil

al borde del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora

ni nunca

no te salves

no te llenes de calma

no reserves del mundo

sólo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados

pesados como juicios

no te quedes sin labios

no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre

no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo

no puedes evitarlo

y congelas el júbilo

y quieres con desgana

y te salvas ahora

y te llenas de calma

y reservas del mundo

sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados

pesados como juicios

y te secas sin labios

y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil

al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo

Mario Benedetti

Al que se va

Al que se va

Partir es un asunto dolorido

como morir: al muerto y al ausente

ni la fotografía más ferviente

ni las cartas los sacan del olvido.

Te irás del todo tú que ya te has ido

con decir que te vas tan solamente,

y a cada sol te llevará mi frente

con más obstinación descolorido.

En la agonía de la despedida

como un pañuelo el corazón sacudo

y lo lleno de angustia como un puerto.

Silencio y muerte veo en la partida:

si no me has de escribir te doy por mudo

y si no has de volver te doy por muerto.

Miguel Hernández

Táctica y estrategia

Táctica y estrategia

Mi táctica es

mirarte

aprender como sos

quererte como sos

mi táctica es

hablarte

y escucharte

construir con palabras

un puente indestructible

mi táctica es

quedarme en tu recuerdo

no sé cómo ni sé

con qué pretexto

pero quedarme en vos

mi táctica es

ser franca

y saber que sos franco

y que no nos vendamos

simulacros

para que entre los dos

no haya telón

ni abismos

mi estrategia es

en cambio

más profunda y más

simple

mi estrategia es

que un día cualquiera

no sé cómo ni sé

con qué pretexto

por fin me necesites

Mario Benedetti

Canciones y Soliloquios

Tú, cuya mano me ha bañado

de un fuego transparente las espaldas,

cuyos ojos en claros naufragios hundieron

algunos principios elementales de mi alma,

tú eres mi patria.

Tú, que no tienes apellido,

que no sé si eres pájaro o si alcándara,

que de todos tus brazos las letras de plomo

cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,

tú eres mis padres

y mi patria.

Tú, que ni tú te acuerdas dónde

tendiste a orear las nubes blancas,

que de tantos amores que tienes confundes

el nombre de todos los días de cada semana,

tú eres mi Dios

y mis padres

y mi patria.

Tú, que tan dulcemente besas

que el cielo bocabajo se volcaba,

y que no se sabía de quién ya la lengua,

de quién la saliva, de puro sabrosa y templada,

tú eres mis leyes

y mi Dios

y mis padres

y mi patria.

Tú, que apacientas calaveras

por las praderas de la verde África

y a los rojos leones les echas de pasto

las rosas de leche de luna de Nuruquimagua,

tú eres mi ejército

y mis leyes

y mi Dios

y mis padres

y mi patria.

Eres mi ejército y mis leyes

y mi Dios y mis padres y mi patria,

y el ejército y Dios y las leyes y todas

las patrias y padres se creen que tú no eres nada:

que no eres nada.

Agustín García Calvo, en Canciones y Soliloquios (Lucina, 1976)

Soneto XVII

Soneto XVII

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio

o flecha de claveles que propagan el fuego:

te amo como se aman ciertas cosas oscuras,

secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva

dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,

y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo

el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,

te amo directamente sin problemas ni orgullo:

así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,

tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,

tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda

Poema de Natal

Poema de Natal

 

Para isso fomos feitos:

Para lembrar e ser lembrados

Para chorar e fazer chorar

Para enterrar os nossos mortos –

Por isso temos braços longos para os adeuses

Mãos para colher o que foi dado

Dedos para cavar a terra.

Assim será a nossa vida:

Uma tarde sempre a esquecer

Uma estrela a se apagar na treva

Um caminho entre dois túmulos –

Por isso precisamos velar

Falar baixo, pisar leve, ver

A noite dormir em silêncio.

Não há muito que dizer:

Uma canção sobre um berço

Um verso, talvez, de amor

Uma prece por quem se vai –

Mas que essa hora não esqueça

E por ela os nossos corações

Se deixem, graves e simples.

Pois para isso fomos feitos:

Para a esperança no milagre

Para a participação da poesia

Para ver a face da morte –

De repente nunca mais esperaremos…

Hoje a noite é jovem; da morte, apenas

Nascemos, imensamente.

 

Vinícius de Moraes

TIENES UN AMIGO

TIENES UN AMIGO

Cuando estés hundido y con problemas

Y necesites una mano amiga

Y nada, nada te salga bien

Cierra tus ojos y piensa en mí

Y pronto estaré allí

Para iluminar hasta tu noche más oscura

Sólo tienes que pronunciar mi nombre

Y sabes que allí donde esté

Vendré corriendo para verte de nuevo

Invierno, primavera, verano u otoño

Todo lo que tienes que hacer es llamarme

Y allí estaré

Tú tienes un amigo

Si el cielo que te cubre

Se oscurece y se llena de nubes

Y el viejo viento del norte empieza a soplar

Mantén la cabeza serena

Y grita mi nombre en voz alta

Pronto me oirás llamando a tu puerta

¿No te alivia saber que tienes un amigo?

Cuando la gente puede ser tan fría

Te harán daño y te abandonarán

E incluso te robarán el alma si te dejas

Pero no te dejes

Canción: You’ve Got A Friend

Compositor: Carole King

Intérprete: Carole King

La voz a ti debida (versos 1290-1316)

Ayer te besé en los labios.

Te besé en los labios. Densos,

rojos. Fue un beso tan corto

que duró más que un relámpago,

que un milagro, más.

El tiempo

después de dártelo

no lo quise para nada

ya, para nada

lo había querido antes.

Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;

estoy solo con mis labios.

Los pongo

no en tu boca, no, ya no

—¿adónde se me ha escapado?—.

Los pongo

en el beso que te di

ayer, en las bocas juntas

del beso que se besaron.

Y dura este beso más

que el silencio, que la luz.

Porque ya no es una carne

ni una boca lo que beso,

que se escapa, que me huye.

No.

Te estoy besando más lejos.

Pedro Salinas

Poema del secreto

Poema del secreto

 

Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,

y no volver el rostro para verte pasar.

Puedo apretar mis labios un día y otro día

y no puedo olvidar.

Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,

casi aburridamente, sobre un tema vulgar,

puedo decir tu nombre con voz indiferente

y no puedo olvidar.

Puedo estar a tu lado como si no estuviera,

y encontrarte cien veces, así como al azar.

Puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,

y no puedo olvidar.

Ya ves: Tú no sospechas este secreto amargo,

más amargo y profundo que el secreto del mar,

porque puedo dejarte de amar, y sin embargo

¡no te puedo olvidar!

 

José Ángel Buesa